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lanechita

mi diario íntimo

un hermoso y robusto..... seis

ayer tuve examen de semiótica, un poco complicado para mí de entenderlo, finalmente, comprendí el origen de todo y las aplicaciones de las pinches figuras retóricas (en la p. vida las había conocido), y la verdad me gustó mucho el tema, solo que no tomé el tiempo, ni creí necesario aprenderme todo. Error!!! ese era el chiste, así que pasé de panzazo y .... hago constar que no me siento mal por eso.

ay... tequisquiapan!!!

ay... tequisquiapan!!! me fui solo un fin de semana, eramos tres parejas . ay... tequisquiapan.

de regreso de tequis...

de regreso de tequis... habia una nota en la entrada:
28/12/03
Hijas:
Estamos en el velatorio del IMSS (Seguro Social) de Tequesquinahuac.
Se murió el niño de Mireya la hija de tu tío Goyo.
Besos.
Estuve con él en Navidad y me daba mucha risa saber que había comido unas mechitas de cuetes. Ya dale de comer al niño pinche Mireya, ya no haya que comerse el pobre!!.Creo que esto se le complicó un poco.
No tengo nada mas que decir...

pa qué?

son las 10:30 de la madrugada y voy rumbo a coyoacan, mi transporte: el metro. Se me ha hecho algo tarde, mi cita es (era) a las 11:00 y todavía tengo que trasbordar a la linea 3 del metro en la estación Hidalgo. Llegué corriendo para esperar el metro y todo se veía tranquilo, la gente, cansada espera el metro con los ojos perdidos en sus pedos.Yo también, veo sin ver. Giro un poco la cabeza a mi lado izquierdo y lo veo, traía una chamarra blanca larga, con franjas rojas en lo costados, un pantalón oscuro y tenis blancos, lo poco que dejaba ver de su piel me decía que era un chavo moreno, también traía una gorra que le cubría la cabeza. Se había caído a las vías del metro, se combulsionaba, supongo, porque su cabeza tocaba las líneas guía que cargan enormes cantidades de voltios y lo electrocutaban. Delante de mí una señora pedía auxilio a un policía que nunca llegó y las pocas personas que no estaban paralizadas, agitaban sus brazos para indicarle, mas bien, pedirle al conductor que se detuviera. Y no los entendía, tal vez porque él también veía sin ver. Gritamos con todas nuestras fuerzas para que se parara. de verdad se lo pedimos, pero no pudo hacerlo, venía demasiado rápido, cuando logró hacerlo, estaba encima de él. Las lágrimas salían de mis ojos y lo único que me venía a la mente era: "pa qué? como para que tenia que verlo?. Cuando el conductor se bajó de la cabina al principio del anden (si se hubiera parado 1 metro antes, no estaría sobre de él )estaba pálido, no era su culpa, sin embargo se sentía pésimo, no era culpa de nadie y por que nos sentíamos tan mal?. Después de unos minutos (no se cuantos) de shock, sali de la estacion para posponer mi cita, pero tenía que regresar a tomar el otro metro dentro de la misma estación. Me sentí como en el teatro, solo cambiando de escenarios y pretendiendo que no pasa nada.